Los sueños perdidos


Al levantarse una mañana Lilith se sentía espléndida, había tenido un maravilloso sueño que la había llenado de felicidad, se imaginó haciéndolo realidad e, inmediatamente, pensó:

- ¿dónde irán los sueños cuando nos despertamos?,

Ni corta ni perezosa se dirigió a la cocina en busca de respuestas, porque Lilith no era de las que se quedaba con la duda.

- Papá, ¿dónde van los sueños cuando nos despertamos?
- La verdad es que no lo sé, pregunta a mamá.
- Mamá, ¿dónde van los sueños cuando nos despertamos?
- Cariño, los sueños no se van a ningún sitio, se quedan un tiempo dando vueltas en tu cabeza y de ti depende hacerlos realidad, de lo contrario desaparecen y se pierdan para siempre.

Lilith se quedó satisfecha con la respuesta pero, mientras estaba desayunando, volvió a preguntar:

- Mamá, y si el sueño se pierde es porque ha ido a algún sitio y no sabe volver,  ¿a qué sitio va?
- Pues busca refugio en la caja de los sueños perdidos, junto a otros sueños.
-  La caja de los sueños perdidos – repitió ella, y siguió preguntando.
- ¿dónde está  esa caja?

Su mamá suspiró y enseguida le dijo,

-  Se encuentra en el corazón del bosque donde viven las hadas, en el interior del árbol más viejo, ese árbol es el encargado de custodiar los sueños perdidos por si, en algún momento, alguna persona se arrepiente y quiere recuperarlo.

- ¿Mamá y qué hay que hacer para recuperarlo?

- Es más fácil recuperar un sueño que perderlo, para que vuelva a ti  únicamente debes cerrar los ojos, pensar en los momentos más reconfortantes de tu vida, los que te hayan hecho sentir más dichosa y, será en ese momento, cuando comiencen a venir ideas, fantasías y con ellas,  tus sueños perdidos.

- Es fantástico mami, y ésto ¿lo sabe todo el mundo?

- Bueno, yo creo que a la mayoría se le ha olvidado, pero puedes hacer una cosa, puedes compartirlo.
- Sí mamá, voy a vestirme y a decírselo a todo el mundo que conozco.
- Corre entonces hija, tienes mucho trabajo que hacer.

Ahora cuando Lilith sale a pasear y ve a alguien disfrutando con los ojos cerrados le dice a su mamá;
- Mira mamá, otra persona recuperando sueños.

1 comentario:

  1. Gracias se me había olvidado donde los puse. Hacía ya tanto tiempo...

    Qué bueno saber que los puedo recuperar, qué bueno, Lurdes!

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