En aquel colegio
era la niña que más hablaba, todos la conocían como la niña Charlatana.
No paraba de hablar, su padre solía decirle "hablas más que un sacamuelas" la madre de una amiga la llamaba "mudita" a modo de broma, y es que le encantaba contar cosas;
- Ayer, cuando estaba en el parque, vi a unos gatos que jugaban con la .... pues cuando me fui de vacaciones a la playa estuve aprendiendo a nadar con mis..... mi plato preferido son los espaguetis con tomate, porque cuando tienen nata...., el cuento de Nadarín me gusta porque hacen todos juntos un gran pez rojo.... Y bla bla bla
Una mañana, en el recreo del cole, estaba hablando con unas amigas y, sin saber por qué, de repente se quedó callada.
- ¿Qué te ocurre niña charlatana?- le preguntó una de ellas.
Comenzó a hacer señales intentando explicar con gestos que no podía hablar, se señalaba la boca, todas la miraban sin saber qué quería decir, estaban sorprendidas porque no pudiera hablar.
Una niña se acercó y le preguntó:
No paraba de hablar, su padre solía decirle "hablas más que un sacamuelas" la madre de una amiga la llamaba "mudita" a modo de broma, y es que le encantaba contar cosas;
- Ayer, cuando estaba en el parque, vi a unos gatos que jugaban con la .... pues cuando me fui de vacaciones a la playa estuve aprendiendo a nadar con mis..... mi plato preferido son los espaguetis con tomate, porque cuando tienen nata...., el cuento de Nadarín me gusta porque hacen todos juntos un gran pez rojo.... Y bla bla bla
Una mañana, en el recreo del cole, estaba hablando con unas amigas y, sin saber por qué, de repente se quedó callada.
- ¿Qué te ocurre niña charlatana?- le preguntó una de ellas.
Comenzó a hacer señales intentando explicar con gestos que no podía hablar, se señalaba la boca, todas la miraban sin saber qué quería decir, estaban sorprendidas porque no pudiera hablar.
Una niña se acercó y le preguntó:
- ¿quieres un vasito de agua?
La niña charlatana le dijo que sí con la cabeza, bebió un poco y enseguida comenzó a decir.
- Gracias, ha sido muy raro, estaba hablando y, de repente, se me ha secado la lengua.
-Eso me ha parecido, te estaba viendo- le contestó la niña.
-¿Cómo te llamas?- preguntó Charlatana
- Soy la niña callada -respondió.
- Encantada, yo soy niña charlatana, claro, si tu hablas poco seguro que puedes escuchar más, yo debería hacerlo porque a veces tengo la sensación de que no me han contado nada, quizá tú me puedas ayudar, porque no quiero que me vuelva a pasar ésto de la lengua seca, es muy desagradable....
La niña callada sonrió, no se calla ni debajo del agua, pensó. La sugerencia de ayudarla le parecía una buena idea, aunque mejor idea le parecía combinar sus virtudes y ayudarse mutuamente.
- De acuerdo, yo te enseñaré cuándo debes escuchar y tú a mí me enseñarás cuándo debo hablar en lugar de callar.- le dijo la niña Callada.
Y así lo hicieron, desde aquel día se han hecho inseparables y aprenden mucho la una de la otra.
Siempre aprendemos de lo que nos rodea y de quien nos rodea, siempre!!
ResponderEliminarUnas veces es por el camino divertido y alegre de las confidencias.
Otras, por el molesto camino de la diferencia... pero siempre...siempre se aprende.
Besos!
Que difícil es saber escuchar y hablar cuando nos corresponde, me encanta el cuento.
ResponderEliminarGracias por leerlo y comentarlo. Besos.
ResponderEliminarDe ná... pero que no se hagan de rogar tanto... besos para ti!
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