LO IMPOSIBLE

El cuento, que tengo el gusto de contaros, lo ha escrito alguien muy especial que suele regalarme muchas cosas especiales, os cuento cómo llegó hasta mí:


Una tarde, como muchas otras, compartiendo juegos, risas y anécdotas me dice Sandra:

"He escrito algo, ¿quieres leerlo?-  me miró con sus enormes ojos avellana esperando una respuesta afirmativa, le contesté,
"Por supuesto cariño, ¿dónde está?- salió corriendo a su habitación y trajo entre sus manos la historia que estoy a punto de contaros. Cuando la terminé le dije, ¿me dejarás subirla al blog?-, y ella me dice -¿de verdad, harías eso?, yo de mayor voy a ser escritora.... - .

Comienza así:

Hola, me llamo Sandra Cobos, soy la pilota estelar más famosa, porque fui a un lugar imposible, el -SOL-.

Todo empezó un día, tenía muchísimo frío, miré dónde hacía más calor: en el salón..., la cocina..., miré hacie arriba y ¡el Sol!.

Al día siguiente fui a una exposición de naves, pasé por muchas hasta que ví una, me enamoré, se llamaba C250, tenía bastante dinero ¡me la pude comprar! Era preciosa hasta su nombre me encantaba.

Unos días después ya esta listo el viaje y en varias horas despegué.

Cuando ya estaba fuera de la tierra saqué varias fotos; a la luna, a la tierra y seguí con mi viaje, al cabo de 2 días pasé por Venus le saqué también varias fotos, pasarón 4 días y utve que parar antes de llegar a Mercurio, porque encontré miles, millones de meteoritos.

Por fín llegué a Mercurio y al cabo de 8 días conseguí llegar al Sol. Es una bola de fuego, apunté mil cosas, casi se me acaba el cuaderno: Pasé allí varios días, seguía explorando y eché varios litros de agua para descubrir que aunque echara litros y litros de agua el Sol nunca se apagaría.

Al cabo de un tiempo decidí volver a casa otra vez, el viaje de regreso del Sol a Mercurio, 8 días, de Mercurio a Venus, 4 días, y de Venus a Tierra, 2 días. Ya estaba deseando ver a mi familia, a mis compañeros y supongo que ellos a mí.

Fuí muy rápido porque se estaba acabando el motor, pasaron varias horas, 14 o por ahí, decidí dormir. Al despertame casi había llegado, todos allí me esperaban, me tenían una super ¡FIESTA! Me lo pasé bomba, les conté todos mis descubrimientos, hasta algunos días salí por la tele, a todo lo que hice lo llamaban lo ¡IMPOSIBLE!.



Autora: Sandra Cobos (8 años)
Mi más apasionada lectora